¿Qué son las hemorroides?
En cierto sentido, todo el mundo tiene hemorroides, las venas en forma de agrupaciones de almohada que se encuentran justo debajo de las membranas mucosas que recubren la parte más baja del recto y el ano. La condición que la mayoría de nosotros llamamos hemorroides (o almorranas) se desarrolla cuando estas venas se hinchan y se distienden, como venas varicosas en las piernas.
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Debido a que los vasos sanguíneos implicados deben luchar continuamente contra la gravedad para obtener sangre de regreso al corazón, algunas personas creen que las hemorroides son parte del precio que pagamos por ser criaturas verticales.
Hay dos tipos de hemorroides: las internas, que se producen en la parte inferior del recto, y las hemorroides externas, que se desarrollan bajo la piel alrededor del ano. Las hemorroides externas son las más incómodas, porque la piel que recubre se irrita y se erosiona. Si se forma un coágulo de sangre dentro de una hemorroide externa, el dolor puede ser repentino y severo.
Puedes sentir o ver un bulto alrededor del ano. El coágulo normalmente se disuelve, dejando el exceso de piel que puede picar o irritarse.Las hemorroides internas son típicamente sin dolor, incluso cuando producen hemorragia. Es posible, por ejemplo, ver la sangre roja brillante en el papel higiénico o goteo en la taza del inodoro. Las hemorroides internas también pueden prolapsar, o extenderse más allá del ano, causando varios problemas potenciales.
Cuando una hemorroide sobresale, puede recoger pequeñas cantidades de moco y las partículas microscópicas de heces que pueden causar una irritación llamada prurito anal. Limpiarse constantemente para tratar de aliviar la comezón puede empeorar el problema.
¿Qué causa las hemorroides?
Los expertos están divididos sobre exactamente qué causa las hemorroides en el ano, pero probablemente varios mecanismos están involucrados. Tradicionalmente, las hemorroides están asociadas con el estreñimiento crónico, el esfuerzo durante las evacuaciones, y sentarse por tiempos prolongados en el inodoro – todo lo cual interfiere con el flujo de sangre hacia y desde la zona, haciendo que se estanque y agrande los vasos.
Esto también explica por qué las hemorroides son comunes durante el embarazo, cuando el útero en crecimiento ejerce presión sobre las venas. El diagnóstico de las hemorroides
Las hemorroides por lo general se pueden diagnosticar a partir de una historia clínica y un examen físico sencillo. Las hemorroides externas son generalmente evidentes, sobre todo si un coágulo de sangre se ha formado.
Tu médico puede realizar un examen rectal digital para comprobar si hay sangre en las heces. Él o ella también puede examinar el conducto anal con un anoscopio, un tubo de plástico corto insertado en el recto con iluminación.
Si hay evidencia de sangrado rectal o sangre microscópica en las heces, la sigmoidoscopia flexible o colonoscopia se pueden realizar para descartar otras causas de sangrado, tales como pólipos o cáncer colorrectal, especialmente en mujeres mayores de 50 años.
La mayoría de los síntomas de las hemorroides en el ano mejoran dramáticamente con medidas sencillas, en el hogar. Para evitar que las hemorroides vuelvan a aparecer, intenta lo siguiente.
Come más fibra. Añade más fibra a tu dieta en forma de alimentos, un suplemento de fibra o ambos. Junto con una adecuada ingesta de líquidos, la fibra suaviza las heces y las hace más fáciles de pasar, reduciendo la presión sobre las hemorroides. Alimentos ricos en fibra incluyen brócoli, frijoles, trigo y salvado de avena, alimentos integrales y fruta fresca.
Los suplementos de fibra ayudan a disminuir el sangrado hemorroidal, la inflamación y la ampliación. También pueden reducir la irritación de los pequeños pedazos de heces que se encuentran atrapados alrededor de los vasos sanguíneos. Algunas mujeres encuentran que el aumento de la fibra causa hinchazón o gases. Comienza lentamente y aumenta gradualmente tu consumo de 25 a 30 gramos de fibra por día. Además, aumenta la ingesta de líquidos.
Ejercicio. El ejercicio aeróbico moderado, como caminar a paso ligero 20 a 30 minutos al día, puede ayudar a estimular la función intestinal.
Toma tiempo. Cuando sientas la necesidad de defecar, ve al baño de inmediato; no esperes hasta un momento más conveniente. De lo contrario puede causar un aumento de la presión y el esfuerzo. Además, programa una hora fija cada día, como por ejemplo después de una comida, para sentarte en el inodoro durante unos minutos. Esto puede ayudarte a establecer un hábito regular del intestino.
Baño de asiento. Un baño de asiento es un baño caliente de agua para los glúteos y las caderas. Puede aliviar la picazón, irritación, y los espasmos del músculo del esfínter. Las farmacias venden tinas plásticas pequeñas que caben en un asiento de inodoro, o puedes sentarte en una bañera regular con un poco de agua tibia. La mayoría de los expertos recomiendan un baño de asiento de 20 minutos después de cada evacuación y dos o tres veces al día, además. Ten cuidado de secar suavemente el área anal después; no te frotes o limpies duro. También puedes utilizar un secador de pelo para secar la zona.
Buscar alivio tópico. Las cremas de venta libre para las hemorroides en el ano que contienen un anestésico local pueden aliviar temporalmente el dolor. Las cremas y supositorios que contienen hidrocortisona también son eficaces, pero no los utilices por más de una semana a la vez, ya que pueden causar que la piel se atrofie. Las toallitas de hamamelis son calmantes y no tienen efectos peligrosos.
Una bolsa de hielo pequeña colocado junto al área anal durante unos minutos también puede ayudar a reducir el dolor y la hinchazón. Por último, sentarse sobre un cojín en lugar de una superficie dura ayuda a reducir la inflamación de las hemorroides existentes y previene la formación de otras
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Las hemorroides en el ano es un padecimiento común. Alrededor de los 50 años, aproximadamente la mitad de la población ha experimentado uno o más de los síntomas clásicos, que incluyen dolor rectal, picazón, sangrado y, posiblemente, el prolapso (hemorroides que sobresalen a través del canal anal). 
